HERITAGE by Amador: Cocina moderna en Bucarest

El Restaurante Heritage fue uno de los primeros restaurantes de los que oí hablar antes de venir a Bucarest. El restaurante está vinculado con Juan Amador (asesoramiento y confección de menus, imagino), un cocinero alemán que posee el restaurante Amador con tres estrellas michelín en Alemania . 

Amador tiene origenes españoles (sus padres son de Granada), sin duda, ello se puede notar en sus platos bien sea por inspiración o quizas por dar un toque de marketing o "exotismo" (visto desde fuera de España, claro) a algún plato.

El local es uno de los pequeños palacetes de principios del siglo XX que abundan en este vecindario de embajadas. Un salón amplio y con altos techos donde bien distribuidas sus mesas permiten conversar sin escuchar al vecino (al fin y al cabo, esto no es un bistró).

¿Qué comimos? 

Menu de mediodía. Precio normal: 35€ Precio por oferta navideña: 18€

Helado de foie con base de migas de pan (plato obsequio de la casa):Buen sabor, al probarlo nos encontramos con el extendido truco de petazetas para causar sorpresa en el comensal. Divertido.

Helado de foie

Pimiento rojo, Chorizo y Manzana: El plato que menos convenció quizas a los guiris les vuelva loco pero la grasaza era excesiva, sin embargo estaba bien combinado con la manzana para refrescar un poco. Muy bien el soufle de cebolla.

Rollito de chorizo con manzana y cebolla

John Dory y setas shimeji: No conocía este pescado y me gusto mucho suave y cocinado a la plancha de forma sencilla. Las setas también suaves acompañaban bien al pescado.

John Dory y setas shimeji

Piña, coco y brandy de albaricoque: Presentado en tres capas, piña - brandy y coco. Gusto bastante (aunque yo me quedo con el pescado), Aunque no sea un gran técnico intuyo que la textura del coco se le daría a través del sifón de nitrogeno y en el fondo nos encontrabamos con el resto de lo sabores.

Piña, coco y brandy de albaricoque

Detalle de virutas de coco

¿Cómo nos trataron?

El servicio amable y profesional en todo momento. Y la transición entre platos buena (gracias!!!!, por fin se puede decir esto de un restaurante en Bucarest).

Sensaciones: 

Una buena comida, se agradece encontrar algo diferente en Bucarest aunque, sin duda este restaurante no sería tan anormal en España. 

Las raciones eran escasas y más si hubieramos pagado el precio real de 35 euros (había una oferta del 50% más vaso de vino). Pero se trata de uno de los mejores restaurantes de Bucarest y por tanto los precios son altos (los menus de cena van desde los 60 a los 150 euros, mucho más completos claro). Imagino que por la noche estará lleno de señores viejos, rubias jovenes y porsches cayenne a la salida.