La comida que se sirve en los aviones esta cuidadosamente diseñada con dos propósitos, que el veneno que contiene adormezca pero no acabe con la vida del pasajero y que entretenga sin llegar a aburrir a lo largo del tedioso viaje. Una vez que tenemos claro a lo que nos enfrentamos y lo que debemos esperar, todo resulta menos traúmatico.
Recientemente he visitado África y para ello me pegue un buen palizón: Bucarest - Zanzibar (con tres escalas) lo que me permitió degustar esas delicadezas gastronómicas que se sirven por las alturas y sentirme como Edwar Norton en El club de la lucha. Aquí podéis ver los menus de avión que "degusté"...
Bucarest-Frankfurt (TAROM). Desayuno: tortilla chunga, bacon y tomate.
Desayuno a la rumana by Tarom |
Frankfurt - Cairo (Egypt Air): Epic fail del día, el pedir ternera tenía una salsa muuuy chunga. De postre tarta de zanahoria más industrial que un volkswagen pero ayudo a dejar buen saber de boca.
Buff, que fotón!!! |
Dentro de esa contenedor gourmet va Ferran Adrià preparando bandejas |
El Cairo - Nairobi (Egypt Air): Con la lección aprendida pedí pollo con cous cous. Eso si, la "ensalada" de pepino descongelado y pimiento verde no me la quitó nadie. Daban un aliño blanco que es de lo más cerdo que se ha visto en años.
Mucho quejarme pero no dejé ni las raspas. El aburrimiento puede con todo.
Un revuelto de tarjetas de embarque |
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