El restaurante callizo está situado en la plaza mayor de
Ainsa, un bonito pueblo del pirineo aragonés. Si estas buscando un restaurante algo diferente, disfrutar de la montaña y un bonito lugar es una buena opción. Su cocina ha optado por algo no
muy común en la zona que es aplicar en sus platos técnicas de cocina moderna.
RESTAURANTE CALLIZO.
Plaza Mayor s/n, Aínsa, España34 974 50 03 85
Se trata de un lugar interesante para un primer paso en la cocina moderna, sin embargo, hay que tener claro que más que creación es
imitación. A la pregunta de qué es crear, Adría respondía que “innovar es no copiar”.
Una vez tenemos claro este punto, me parece que es un lugar donde
se puede disfrutar de una comida moderna y unas presentaciones que a muchos sorprenderán, un buen servicio y unas vistas inmejorables.
La Peña Montañesa entre nubes |
Cuentan con varios menús degustación con un precio muy
ajustado y que para aquellos que duden puede servir incentivo, no todos los
restaurantes de cocina moderna tienen que ser caros, el menú que tomamos es de menos de 40 euros por persona (bebidas aparte).
Las vistas como comentaba espectaculares, nos situaron en
una mesa redonda, frente a un amplio ventanal a través del cual se podía admirar
la Peña Montañesa.
En cuanto al menú, en general bien pero con ciertos altibajos. En cuanto al nombre de los platos, en algún momento dan un poco de perecita... muy bien hacer honor a la tierra pero sin pasarse y eso de que ocupen dos lineas... pues que quieres que te diga, me parece un postureo gastronómico en toda regla.
Concretando un poco, me gustó en especial, los aperitivos tanto por sabor como por lo divertido de la presentación, el ravioli de rabo de ternera, las albondigas de jabalí muy bien y por último, el ceviche (muy en voga hoy en día). El jugo de quesos y el postre fue lo más flojo del menú. Aunque no soy un gran amante del dulce, el postre empalagaba irremediablemente.
Cocktail (cava-naranja)Concretando un poco, me gustó en especial, los aperitivos tanto por sabor como por lo divertido de la presentación, el ravioli de rabo de ternera, las albondigas de jabalí muy bien y por último, el ceviche (muy en voga hoy en día). El jugo de quesos y el postre fue lo más flojo del menú. Aunque no soy un gran amante del dulce, el postre empalagaba irremediablemente.
Cocktail cava-naranja |
Olivas esféricas
Pan de espelta a la brasa y aceite Ecostean (plato 100% ecológico según reza el menú)
Ojito a la pantalla reproduciendo fuego debajo |
Ceviche del Cinca con leche de tigre y ají amarillo
Jugo de quesos aragoneses aromatizados con hierbas pirenaicas y texturas de tomate.
Crema de ajoarriero ligeramente ahumada con contrastes de la despensa del Sobrabe
Ravioli de rabo de ternera pirenaica con setas y trufa de verano
Km 0: migas de pastor con huevo de corral a baja temperatura
Cordero del país en dos cocciones, baja temperatura y asado con patata cremosa de montaña
"Cuando rebaño, oigo el rebaño": Dulce de leche, helado de leche de oveja, espuma de yogur de Fonz, nueces y azucar.
Frutas a la sarten flambeadas con ron negro, azucar de caña, pimienta de Sechuán y helado de vainilla de Haití
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