Hace un poco volvimos a L'usuella que se ha convertido en mi restaurante favorito del Somontano por sus toques asiáticos: esas salsas que crean con inpronunciables ingredientes macerando durante días y con recetas más secretas que la poción de Panoramix, gran calidad-precio, uso de productos de la zona, y porque Jorge, chef y propietario, es un loco de todo lo que tiene que ver con la gastronomía.
L'Usuella es un restaurante atípico para estar situado en la plaza de un pueblo del Somontano, Salas Bajas. Hay platos atrevidos y muchos toques asiáticos que harían quedar ojipláticas a la mayoría de nuestras abuelas y sin embargo poco a poco ha ido encontrando su lugar en el Somontano
Normalmente encontramos un menú degustación por 25 euros en los que desfilan 6 platos e incluyen el vino (ojo que no hay carta) y ofrece sabores potentes y cocina cuidada huyendo de teatralidades. No olvidemos que el precio es de 25 euros y eso se nota en el tamaño de algunas porciones (los entrantes son más bien tapas) o en la ausencia de productos excesivamente nobles (sigue habiendo hueco para el atún). Sin embargo eso queda totalmente compensado por los sabores diferentes (esos toques asiáticos) y el producto de cercanía (pollo de corral). ¡¡En el Somontano nadie da más por menos, amigos¡¡ (y si lo dan... que me avisen)
Dumplings
Zamburiñas
Tartar de atún
Ensalada de higos con jamón
Guiso de pollo de corral
BONUS: Si has llegado hasta aquí abajo todavía hay más info :D
También existe la opción de cerrar un menú anteriormente por un precio diferente que es lo que hicimos en otra ocasión (40 euros muy bien invertidos) ¡¡Cómimos, vaya si comimos!! Ostra a la brasa, tuetano con erizo de mar, almejas con manitas, gambas con cantarellus, pulpo, pan chino relleno de cuellos de ternasco, quesos...
En Bangkok cerca de la zona de Victory Monument se pueden encontrar varios sitios que venden los conocidos como "noodles boats". Hay una primera calle conocida como Boat Noodle Alley donde hay varios locales que preparan este plato. El lugar más conocido es Sud Yod Kuay Teow Reua o como está registrado en google maps "Best Boat Noodles". El local está super bien montado,el servicio es eficiente y son muy amables. Nada más pedir el camarero vuelve con tu bol de noodles con carne de cerdo que te dibuja una sonrisa desde el primer segundo. Lo que más me impresionó es el intenso sabor del caldo. Se trata de un plato básico y representativo de la cocina thai con todo lo que ellos conlleva, toques picantes, acidos, herbales ¡¡¡Una maravilla!!! Además de lo bueno que está su precio es un regalo, algo menos de 50 centimos de euro. Las raciones no son muy grandes por lo que puedes tomar fácilmente 3 o 4 boles. La gente suele hacer pilas con los boles que va tomando y la gente "compite" para ver quien tiene una pila de boles más alta.
Las siguientes fotos son de Kuay Teow Reua, situado en Ratchawithi Soi 18 (Wat Makok). Se llega a través de unos callejones y lo mejor es usar google maps. Es menos conocido que el anterior aunque no tiene nada que envidiar, sus noodles también son deliciosos. No sabría por cual decantarme aunque si que es cierto que el primero es más sencillo de encontrar.
Sin duda estos noodles son un plato imprescindible si visitas Bangkok y quieres conocer la auténtica cocina thai. Viva la comida callejera!!!
Uno de los grandes placeres de los viajes son los recuerdos que producen. Hace un año, haciendo una ruta en moto por la isla indonesia de Labuan Bajo encontré este puesto de Bakso, una de las street food más populares de Indonesia. Se trata de bolas de carne (generalmente de ternera) con noodles a los que se les añade una salsa de chiles.
Recuerdo el intenso sabor del caldo, las notas picantes del chile, los diferentes condimentos... sin embargo, sobre todo, recuerdo la amabilidad con la que me trataron y como me explicaron el plato y el cariño con el que me despidieron.
Al final estas son las pequeñas cosas que hacen un viaje realmente significativo.
Hoy me he levantado con un superantojo de comida thai y me he acordado de uno de los mejores platos que probé en Bangkok. Nada más y nada menos que este Tom Yum Goong coronado con un maravilloso langostino.
La fusión de sabores es brutal: especias, punto acido del jugo de lima, puntos herbales (lima kaffir y cilantro), picante gracias a los imprescindibles chiles de la cocina thai, leche de coco que da suntuosidad y un sabor maravilloso... Uffffffff... ¡¡Se me está haciendo la boca agua!!
Si tenéis la suerte de estar por allí, ¡¡ya sabéis!! Yo estuve 3 veces. Se llama Pe Aor o P'Aor y está en un pequeño callejón que en google aparece como Phetchabury Alley 7 (es paralaleo a la avenida Phetchabury).
No podía perder la oportunidad de visitar un buen restaurante en Bangkok sin romper mi presupuesto de mochilero. Buscando algo totalmente clásico encontré el Than Ying RestaurantEn este lugar se sirven las mismas recetas que se servían para la Reina consorte Rambhai Barni por su hermano Sulabh, quien se convirtió en jefe de cocina del palacio Sukhothai.
Los platos del Than Ying Restaurant están llenos de sabor,nos acercan a los sabores más tradicionales de Tailandia en un lugar elegante y con un servicio algo estirado en donde el precio de una comida está sobre los 700-800 THB (17-20 euros) lo que supone una calidad-precio sobresaliente.
El restaurante está situado en una pequeña casa cerca de Surasak BTS Station, aunque aislado del bullicio de la ciudad ya que está situado en una casa rodeada por un jardín. En mi opinión, se trata sin duda de uno de los restaurantes imperdibles en Bangkok.
A menudo la gente me pregunta acerca de un buen restaurante mexicano al que llevar a sus amigos extranjeros que vienen a descubrir la increíble gastronomía mexicana, lo primero que les digo es que desayunen un domingo en un puesto de tacos de barbacoa, que recorran con ellos un tianguis y prueben las frutas que ofrecen los vendedores, todavía recuerdo ese primer mango -dulcísimo hasta las estrellas y volver- que probé en México, que visiten una taquería de esas en las que te comes los tacos parado y de fondo se escucha como hilo musical el toc-toc-toc del cuchillo que golpea una y otra vez la tabla de corte... Y es que, la gastronomía mexicana es mucho más que comida, la gastronomía mexicana son las personas y eso no se puede encerrar en un restaurante.
Una vez dicho esto, si estamos buscando un restaurante para probar cocina tradicional mexicana debemos tener en cuenta el Mesón Montecristo. Su carta supone un reencuentro con los sabores mexicanos más tradicionales en un local precioso y con un servicio exquisito que te recomienda como un amigo y te trata como un señor.
Comenzamos con una ración generosa de tuétanos que resultaron llenos de sabor, sin necesidad de añadirle ninguna salsa que enmascare lo que a mí me parece un bocado tan exquisito como el foie.
Tras ello llegaron los sopes de pato, que habían sido muy recomendados, no hubo fallo. Lo mejor fue llegar a doña Juanita que prepara las salsas en este lugar desde hace años con su carrito lleno de ingredientes (hay un video de la preparación al final del post). En un minuto con gran habilidad nos preparó una de las mejores salsas que he probado en México.
El último entrante fueron los buñuelos de flor de calabaza una delicia decadente en la que la flor de calabaza aparece totalmente rebozada. Aunque me gustó mucho, no resultó sobresaliente, como el resto de los platos hasta ahora, y lo peor, la fritura hizo que perdiera un espacio considerable de mi estomago que podría haber usado para algún otro platillo.
Los platos fuertes fueron para un atún al mezcal y el cordero al vapor. El cordero, de nuevo una recomendación del camarero fue todo un acierto. Carne tierna, sabrosa que supuso una serie de tacos inolvidables. El atún resultó prescindible, le faltaba sabor, probablemente falló el producto.
Como postre optamos por una refrescante tarta de guanábana y unos mezcalitos que nos ayudaran a digerir semejante francachela. El precio de la comida que fue acompañada de diferentes cocteles, mezcales y cafés fue de 540 MXN por persona (fue una mesa de 3) más propina.
El Mesón Monte Cristo superó mis expectativas: platos de una extraordinaria calidad, un servicio impecable y unos precios más que correctos que elevan la relación calidad-precio de este lugar hasta las nubes. Sin duda, un lugar excelente para probar la cocina mexicana con un buen servicio.
El Restaurante Máximo Bistrot se ha convertido en uno de mis lugares favoritos de la Ciudad de México debido a la sabrosura de los platos que componen su menú, debido a esos bocados que provocan ese "momento wowww" en el que cierro los ojos y me pregunto "¿cómo puede estar esto tan bueno?". Ese "momento wowww" que echo de menos en muchos restaurantes top de México en Máximo Bistrot aparece una y otra vez en sus platos.
Disfrutando de la terraza
En las últimas visitas no hemos podido evitar en todas el cachete (o costilla) de res braseada. Se trata del mejor plato que he probado en la Ciudad de México en mucho tiempo. Podéis encontrar la foto más abajo.
Eso sí, no me gusta el local por pequeño y bullicioso cuando está lleno (los fines de semana, siempre), ni la iluminación por escasa (algo tristemente generalizado en México). Estos dos puntos los combato visitando Máximo en horario de comidas, para contar con una luz adecuada y optando por mesa en la terraza para huir de la cacofonía resultante de los bajos techos de la pequeña casa de la Roma en donde se encuentra ubicado.
Teniendo estos puntos en cuenta, mis visitas a Máximo Bistrot no fallan. En cuanto a la carta, se modifica por temporada y de una semana a otra se puede encontrar algún plato nuevo. Los precios por persona de nuestras visitas que siempre incluyeron cocteles y postre han estado entre de 1,250 MXN y 750 MXN marcando la diferencia entre estos rangos el vino. Por la franja de precio inferior creo que Máximo pone en su mesa una relación calidad precio impecable.
Las "ensaladas supervitaminadas" de Máximo se realizan con productos de primera calidad y se nota en su sabor, se juega con los colores para darles una apariencia sorprendente y se añaden diferentes tipos de queso que aportan contrastes en los sabores. Burrata, jitomate, mostaza y albahaca 175 MXN
Betabeles rostizados, Betabeles rostizados a la sal, granada, higo, queso de borrega 270 MXN
Elote asado, holandesa y limón 130 MXN El plato ideal para los amantes de las salsas. Los elotes asados aderezados con una salsa contundente como la holandesa (emulsión de yemas y grasa de mantequilla) se convirtieron en uno de mis favoritos por la textura crujiente del elote y melosa de la salsa, el sabor vegetal y la contundencia de la salsa, todo esto rodeado del toque ahumado que aporta el asado. ¡¡¡Momento wowww!!!
Tostada de erizo, frijoles y salsa tatemada 260 MXN El mejor entrante que he probado en Máximo, una materia prima delicada acompañada con vegetales y salsa para potenciar su sabor. ¡¡Momento wowww!!!
Salmón laminado, shishito peppers, aguacate y soya 250 MXN Un entrante que me decepcionó, no tanto por el sabor sino por la presentación, parece increíble que haya salido de la misma cocina donde se preparó la tosta de erizo o los platos vegetales anteriores donde parece que cada ingrediente está situado con precisión.
Arroz, hongo porcini y mole negro 330 MXN
La cocina de Máximo tiene marcadas referencias a la cocina mediterranea, sin embargo, siempre juega con influencias mexicanas. Este es uno de los platos representativos de ese juego, arroz con porcini y mole negro. Sabores intensos y bien equilibrados. "¡¡¡Momento wowww!!!"
Cachete (costilla en otras ocasiones) de res braseada en vino tinto 375 MXN
Un plato espectacular en el que la carne cocinada por varias horas alcanza un nivel de ternura increíble, la salsa concentra un sabor intensísimo, fruto de la concentración de los jugos y los hongos. De los mejores platos que se pueden probar en la Ciudad de México¡¡¡¡Super momento wowwwww!!!!
Lubina rayada, mole verde de hoja santa y coliflor 370 MXN
Sabores delicados de la lubina acompañada de un exquisito mole verde y un delicado puré. Como podemos ver, la combinación de colores y texturas así como la intensidad de sabores es una constante en la cocina del chef Eduardo García.
Lechón confitado, frijoles puercos y pico de gallo 390 MXN
Un plato que no me acabó de convencer, no llega al nivel de otros platos fuertes. La textura de la grasa del lechón confitado no me resultó agradable.Algo, que por otra parte, es intrínseco al hecho de ser confitado. Los sabores eran correctos pero ese detalle le hizo desmerecer.
Los postres no quedan en el olvido con unas presentaciones muy elaboradas de las que hacen que gires la cabeza. Se suelen presentar elementos dulces (en este caso, vainilla o chocolate) combinados con toques ácidos tanto en los geles como en helados que refrescan el paladar. Mil hojas, cremoso de vainilla e higo 120 MXN