lunes, 4 de abril de 2011

La verbena de la paloma

Antes de venir a Madrid alguien me dijo que conocía un sitio donde te pedías una caña y te ponían medio solomillo gratis, a lo cual respondí con un breve: "No me lo creo". Pedí algún nombre o referencia del bar que naturalmente nunca llegue a obtener.

Desde que llegue a capi me ha acompañado esa recurrente obsesión de encontrar tapas gratis... Tras unos años por aquí nunca llegue aquel supuesto chollo del solomillo, pero lo que si que puedo decir (y con papeles) es que conozco un sitio donde te ponen un huevo frito, bastante bueno por cierto, además de alguna otra cosa para ir haciendo base.

La blanca paloma - Espiritu Santo 21, Madrid

La blanca paloma es el típico bar de cañeo y tapas gratis que se peta de gente joven aunque con alguna mejora respecto a los tradicionales baretos guarros, lease por ejemplo el tigre al cual, desde la UE están estudiando darle un premio por sus grandes aportaciones en el campo de la alimentación del erasmus hambriento (arterias obstruidas a parte).

Lo que me mola:
Precio, 2 euros por tubo y las tapas (en el tigre sobre 1.80 la caña)

Local amplio, aunque se suele llenar (no tan agobiante como el tigre).
Servicio en mesa

Que con la primera caña (tubo en este caso) te pongan dos tapitas y un huevo frito
Camareros amables y competentes
Mejores tapas, van más alla del sota, caballo y rey versión freidora. A destacar el huevo frito (con un toque de pimentón) y el conejo. A parte también toco unas croquetas y albondigas (para el sitio mejor de lo que me esperaba) y una triste rebanada con rodaja de tomate y algo más que mi memoria se ha encargado de olvidar... queso philadelphia maybe?? Pero bueno... todo by the face... ya se sabe que a caballo regalado no le inques el diente.


Lo que no me mola:
Que la cerveza te la pongan en tubo (el peor vaso de la historia)
Que me pusieran higado de tapa, puaaahhhhgggg (mala suerte)
Que hace unos días le robaran el bolso a una amiga (al lorito)

A partir de las 20h se pone a petar, lo puedes luchar en la barra o esperar a que te den mesa. Al mediodía la cosa está más tranquila.

En fin, un sitio donde matar el hambre malasañera y echar unas cañas con los amigos.













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