martes, 6 de agosto de 2013

Restaurante Romita: postureo en la oscuridad

Hace unos días fuimos a cenar con unos amigos al Restaurante Romita, tras probar a reservar en varios sitios a los que les teníamos ganas descubrimos que no daban cenas los miércoles (¿¿??), siguiendo la búsqueda recordamos el Romita. Un sitio trendy situado en la Roma, con una bonita decoración y una carta corta pero con buenas opciones a precios correctos según pudimos consultar en su web.

Tras subir los dos pisos de una bonita escalera (el ascensor está fuera de servicio por tiempo ilimitado) nos recibió el encargado quién se agarraba a su libro de reservas cual Gulum al anillo de poder. Las primeras palabras que salieron de su boca fueron "ya iba a quitaros la mesa" o lo que es lo mismo "aquí mando yo", y yo pensando "venga pavo, relaja un poco que esto no es el Bulli"...

En lugar de la mesa que habíamos reservado en la zona del balcón, nos subieron a la parte superior del salón y nos señalaron nuestra mesa, una mesa de 6 para las 8 personas que ibamos. Rápidamente pudimos observar que la sala del Restaurante Romita aglutina tres de los pecados capitales de un restaurante: oscura, bulliciosa y pequeña.


Nuestra mesa a la luz de 1 vela y media
Y cuando diga oscura, no digo romanticona, digo que hacían falta gafas de infrarrojos, hasta el punto que el camarero saco una linterna para que pudiéramos leer la carta!!!!!!! Le comentamos al "barba chivo" qué ocurría con nuestra mesa original y nos respondió que en la zona del balcón había un evento de djs (lo cual me parece un postureo inmenso, propio de los sitios más "hola soy hipster") y que en cuanto a la luz ese era el "ambiente del local". Le pedimos más velas, al parecer el barba chivo se había levantado con mal pie "No hay más velas"... más tarde un camarero nos acerco una vela más.

Una vez acomodados, dentro de lo posible, pedimos varios entrantes y platos principales. Los platos tuvieron altibajos, bien el aguachile, bien el punto del atún, las tostadas (camarón, pulpo y atún) eran sabrosas, en especial la de atún con un toque de soja. En cuanto al pulpo, correcto si somos generosos (estaba algo gomoso) y acompañado de patatas fritas ¿¿?? en lugar de patatas cocidas como se hubiera esperado. 


Almejas a la luz de una linterna
Si vas al Romita no olvidéis la linterna!!!!

Todo esto a la luz de algún movil haciendo las veces de linterna improvisada (gracias ello se puede ver algo en las fotos) y con música electrónica excesivamente alta. En un restaurante se come pero también se habla, se come pero también se observa. Es inaceptable esa iluminación (o esa "no iluminación"). Y en cuanto a la música y eso volúmenes propios de antros poco puedo añadir a lo que dijo El Comidista (que es el puto amo) en este post donde aboga por restaurantes sin música, solo cito alguna linea:

"Creo que el boom de la música en los restaurantes fue un caso claro de modernidad mal entendida, emparentada con la entronización de "lo juvenil" que padecemos. Llegado un momento, decidimos que mola meter un poco de marchuqui en los comedores." 

 "Con la música pasa un poco como con el aire acondicionado, que el personal de servicio se vuelve insensible a ella. (...)sin caer en que pueden estar obligando a vociferar a la clientela."
Pulpo con patatas deluxe estilo mcdonalds


El comedor inferior
Respecto al servicio, amables unos, despistados otros y descoordinados en general. Tuvimos que pedir que nos acercaran la carta, aparecía un ceviche por aquí, al rato el aguachile, se cae una bandeja (al menos estaba vacía)... Los entrantes tardaron en llegar... Se retiran los platos sin orden... 

Eso si, la decoración muy bien, un lugar precioso ¿¿Será por eso porque todos los hipsters se mueren de amor por el Romita en tripadvisor?? ¿¿Nadie comenta nada acerca de la música, la oscuridad y los puntos bajos de alguno de los platos????? Sin duda la decoración es el punto fuerte, pero eso no lo es todo (ni mucho menos) en un restaurante. En un restaurante debes sentirte a gusto y poder disfrutar y en el Romita no se puede.

En cuanta a los precios, entrantes sobre 100 pesos, carnes sobre 150 y hasta 220 y pescado y mariscos sobre los 200 pesos. 

Como recomendación, si alguien, a pesar de esta reseña, se anima a pasar por allí, quizás sea más acertado acercarse a tomar un cóctel en la barra o pedir una mesa en la planta inferior ya que en el comedor de arriba la luz es inexistente.

Fotos de los entrantes iluminados con linterna, si no hubiera sido imposible hacer la foto:


Esto que era... a ver con la linterna... ahhh aguachile!!!



Últimamente digo que salir a cenar en la Roma es jugar en campo contrario, porque ya han sido varias las decepciones que me he llevado: Maximo Bistrot, Sesame y ahora el Romita.

En el lado de las alegrías Belmondo, Pan Comido o el más reciente y exquisito Rosetta. En mis lista de futuribles Los Tamales de la Roma, el japonés Omiya y algún otro que espero contaros pronto. Está claro que en la Roma hay un alto nivel de postureo, de ver y que te vean, por lo que conviene ir con cuidado a la hora de elegir restaurante.

De todas formas no me doy por vencido y seguiré buscando restaurantes de la Roma que ofrezcan algo más que postureo y oscuridad............

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