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Metropolis Center - Bucarest
¿Qué nos encontramos?
Lo primero que me sorprendió del gran comedor del Loft es que estaba totalmente vacio. Vale, eran las 15h de un viernes, algo tarde para Bucarest pero el ambiente resultaba desolador. Más que un restaurante, la sala me recordaba los "posh clubs" de Bucarest, barra alargada, techos altos y sillones a los lados.
¿Qué comimos?
Optamos por el menu de mediodía, la opción económica, 85 lei (20 euros) por un menu de tres platos a elegir de entre tres opciones. El postre y las bebidas no están incluidas, aunque uno de los platos se podía sustituir por el postre.
Sopa thai con ravioli, el plato que más me gusto. Una sopa sencilla con toques asiáticos. La forma de los raviolis y el cebollino ¿? le daban un toque muy visual.
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| Sopa thai con ravioli |
Otra opción de sopa, crema de brocoli:
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| Crema de brocoli |
Ensalada de quinoa (la lectura en wikipedia es interesante). Se trata de un cereal tradicional de sudamérica con importantes propiedades nutricionales (aminoacidos y proteinas). Pero... puede tener un gusto amargo si no está muy lavado o pelado.
La verdad es que cuando me pusieron el plato yo no sabía que era la quinoa y pensaba que era un germinado, el toque amargo me desconcertó bastante. No es un amargor intenso pero no resulta fácil. Me gusto probar este nuevo ingrediente pero el toque amargo puede no gustar, a parte de ese la ensalda minimalista en exceso, cual coche sin volante.
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| Ensalada provezal de quinoa |
Otra opción de ensalada, algo más aderezada:
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| Ensalada de pulpo |
Como plato principal fillet mignon (de cerdo). La carne estaba buena, sin embargo, como plato principal hubiera esperado algo más imaginativo, también pensé que el fillet mignon sería de ternera aunque conociendo la calidad media de la ternera en los restaurantes de Bucarest prefiero comer cerdo.
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| Fillet mignon de porc |
La opción de pescado: salmón.
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| Salmón |
Como postre helado de pera:
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| Helado de pera |
¿Cómo nos trataron?
El servicio no estaba a la altura de la supuesta calidad del restaurante, no se cuidaba en exceso los detalles ni fueron amables. Eso si, no les faltó atención para rellenar los vasos una y otra vez (cuando estában por la mitad) lo veo una cutrez enfocada a engordar la cuenta.
Sensaciones
Según comentan se trata de unos de los restaurantes más de moda de Bucarest ("trendiest place in town, dicen de él) sin embargo, el menu no hizo justicia a su fama. Es cierto que los precios del menu eran más reducidos que en la carta, pero quizas esperaba algo más de un menú que al fin y al cabo debe servir para dejar al comensal con ganas de volver a probar la carta. De todas formas, la comida salio por algo más de 30 euros, ajustado a la cantidad, fueron tres platos y postre, pero faltó calidad.
En el blog Wine and Knives (en rumano) hablan maravillas de este sitio, si bien es cierto que la cena que se describe en el blog es de alrededor de los 100 euros. No se como lo hicieron porque mirando la carta en la web el plato más caro lo veo por unos 20 euros...
Al igual que al entrar, al dejar el restaurante, también me asaltó el paralelismo entre el Loft y los clubs de Bucarest. Se trata de un restaurante donde se le da más importancia a la apariencia como a la esencia. Y eso se acaba notando.
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