Brunch en México DF

Está claro que el "brunch is for girls" de todas formas, hay un momento en la vida de todo gastronata que hay que pasarse por uno bien sea para mimar a una madre o para ganarse a una incauta jovencita. En México DF, parece ser que la moda del brunch también está calando fuerte. Yo siempre he sido más de huevo frito y longaniza. Pero, en fin, estamos en la colonia Roma y el postureo manda así que... adaptarse o morir.

BREAKFAST by the Room Service
Durango 131, Roma Norte, México DF

Y la verdad, que si hay que desayunar a lo grande, con estilo y en abundancia una muy buena opción es el Breakfast. Más aún ahora que, según he leido, el Maximo Bistrot ha dejado de servir su brunch dominical, lo cual ha supuesto un boom en la comunidad. Creo que tendré que volver algún día para renconciliarme con ese local tras mi primera visita...

La decoración en un brunch es importante,  la del Breakfast te gana desde el comienzo con muebles bien elegidos, una terraza a pie de calle (aunque nunca me gusto que me vean comer) y varias salas con distintos ambientes. Eso si, las cabezas de dos ciervos urgen ser quitadas, imagino que a una parte de la clientela fresa le proporcionará un toque señorial, aristocrático, incluso de europeo bebiendo brandy en su castillo de la campiña. Un punto muy criticable y que bien harían en eliminar de su decoración, semejantes recursos son más retrógrados que efectivos.

El resto muy bien aunque haya que elegir con cuidado las sillas que más se adapten al objetivo último de nuestra visita que es llenar la panza puesto que de otro modo podemos acabar comiendo los benedictine en una mesa bajita que fue diseñada para tomar un té y eso siempre resta movilidad y trae consigo incomodidades. Pero bueno, hay variedad y también mesas altas y sillas muy cómodas que incluso se pueden adquirir (al módico precio de 8000 pesos -o 500 euros- la unidad, me llevaría dos pero el tema del transporte siempre condiciona mucho).

El prólogo de interiorista ya se alarga a los 4 párrafos, y aunque la importancia del postureo y por tanto del interiorismo en un brunch es fundamental...vamos al grano.

Un Brunch por 280 pesos (16 euros gachupines) que cuenta con:

- Jugos de fruta: probe un combinado de papayas y kiwi que era muy bueno

- Plato de fruta variada:

- Bollería: eché en falta la variedad que ofrecían en la carta algo de chocolatine (napolitanas de chocolate) o croissants

- Café (bueno para ser americano, aunque por ese precio sería necesario que incluyeran expressos)

Un plato principal a elegir entre una amplia lista de típicos Brunch dishes: benedictine, quiche, huevos con salmón, ensaladas, pan francés, ensalada de bacalao, sandwich de jitomate y queso.

Los huevos benedictine, no eran los más visuales que he visto en mi vida, algo menos de salsa para permitir ver el huevo hubiera beneficiado. Lo mejor el bacon o tocino que tenían debajo que le daba un toque muy sabroso.

La quiche, muy bueno el punto de cocción, quizás demasiado huevo en comparación con las espinacas. Se podría añadir champiñón o bacon aka tocino... en fin, algo más ya que el sabor de huevo domina.

Sin duda un lugar bonito y especial donde disfrutar de un brunch tranquilo, conversando y sin prisa. Cosas a mejorar en cocina y en la disponibilidad de productos. El servicio atento y amable. Seguro que se llenará de fresitas con la ilusión de sentirse como las protagonistas de Sex in the City.